A partir de la década de los ochenta, las privatizaciones se convirtieron en una práctica común de la política económica de multitud de países. Una práctica que también se acometió en España, tras su entrada en la entonces llamada Comunidad Económica Europea, momento en el que las empresas públicas de nuestro país se vieron obligadas a iniciar su adaptación a la normativa comunitaria sobre desregulación y defensa de la competencia.
En ese contexto, a partir de 1985 y siguiendo la tendencia internacional, se iniciaron en España procesos de desinversión y venta de empresas públicas. Los organismos responsables de llevarlas a efecto en España fueron los siguientes:
Desde que comenzaron los procesos de venta de estas empresas públicas se han privatizado en España más de 120 compañías que tenían participación pública estatal. En términos económicos, estas operaciones han proporcionado unos ingresos aproximados de 45.000 millones de euros.
La mayor parte de estos ingresos provienen de las ventas de empresas públicas materializadas mediante Oferta Pública de Acciones (OPVs), sistema a través del cual se han privatizado, total o parcialmente, 14 empresas, algunas de ellas en varias fases. Las OPVs estatales realizadas hasta ahora han sido 29, con unos ingresos totales que rondan los 32.000 millones de euros. Hasta 20 de estas operaciones incluían grandes tramos minoristas, lo que ha impulsado la entrada de numerosos inversores particulares en el mercado de valores.
Estas operaciones han propiciado la salida al mercado bursátil de grandes grupos empresariales españoles que surgieron y se consolidaron por la acción del Estado. Es el caso de Repsol, Endesa, Telefónica, Tabacalera (Altadis) o Iberia. Asimismo, algunas de las empresas privatizadas, mediante venta directa o salida a Bolsa, han participado en la formación de grupos industriales europeos en sectores de gran importancia en el mundo, como el aeronáutico, en el que CASA quedó integrada en EADS, o el siderúrgico, con ACERALIA integrada en ARCELOR (ahora ArcelorMittal).
La primera Oferta Pública de Acciones (OPV) de una empresa pública se realizó en 1986, concretamente sobre el 39% del capital de la compañía Gas y Electricidad, S.A. (GESA), filial de ENDESA. A esta OPV le siguió, en 1987, la del 29% del capital de ACESA, que tuvo ya un tramo destinado a inversores particulares. Sin embargo, las dos primeras grandes operaciones fueron la realizada en 1988 sobre el 18% de las acciones de ENDESA y, en 1989, la del 26% del capital social de REPSOL, ambas con importantes tramos minoristas.
De las 29 OPVs estatales realizadas hasta la actualidad, que han reportado unos ingresos netos totales en torno a los 32.000 millones de euros, las de mayor dimensión se materializaron en los años 1997 y 1998. Destacan las dos que SEPI realizó para la privatización total de ENDESA, en particular la última, en junio de 1998, poniendo a la venta más de 312 millones de acciones, representativas del 30 por ciento del capital. Esta OPV, en la que el 80% de las acciones iban destinadas al tramo minorista, proporcionó unos ingresos de más de 6.000 millones de euros.
En la anterior OPV de ENDESA, en octubre de 1997, se vendieron más de 260 millones de acciones (25,44% del capital), un 67% de ellas entre inversores particulares, con unos ingresos que superaron los 4.000 millones de euros. Otras grandes OPVs fueron las que SEPPa hizo de empresas participadas por Patrimonio: Telefónica, en febrero de 1997, sobre el 20,9% de sus acciones, con un ingreso de unos 3.700 millones de euros; Argentaria, en febrero de 1998, del 29,2% de su capital, con 2.200 millones de euros ingresados; Tabacalera, en abril de 1998, del 54,43% de sus acciones, y alrededor de 1.700 millones como ingresos.
También destacan en esos mismos años por su dimensión la que realizó SEPI para privatizar definitivamente Repsol, en abril de 1997, la que era su sexta OPV, sobre el 10% de su capital, con unos ingresos de más de 1.000 millones de euros; y la del 52,76% de Aceralia, con la que se ingresó unos 800 millones de euros. La última gran OPV ha sido la del 48,2% del capital de Iberia, con cerca de 443 millones de acciones puestas a la venta, el 67% de ellas a particulares, que proporcionó unos ingresos de aproximadamente 500 millones de euros.
Hasta un total de 10 de estas operaciones han sido realizadas por SEPI, y otras 10 por Patrimonio, cuatro de ellas efectuadas por la Sociedad Estatal de Participaciones Patrimoniales. El INI realizó cinco y el INH las cuatros restantes.
Además de las OPVs, se han ejecutado otras ventas bursátiles. Es el caso de la venta de 5.882.959 acciones de Altadis, S.A., procedentes del 'green shoe' no ejercitado en la Oferta Pública de Venta de acciones de Tabacalera, realizada en abril de 1998, que SEPI realizó en 2005 mediante el procedimiento de 'Bought Deal'.
También en 2005, aplicando el mismo procedimiento de 'Bought Deal', SEPI materializó la venta de 11.497.950 acciones de Red Eléctrica de España, S.A. (REE), representativas del 8,5 por ciento del capital de esta empresa.
Asimismo, acudiendo a sendas OPAs, SEPI vendió en 2005 las 1.063.636 acciones (5,06%) de Aldeasa que tenía, procedentes del 'green shoe' no ejercitado en la OPV de 1997; así como, en 2007, la participación que mantenía en Endesa, 31,2 millones de acciones (2,95% del capital), procedente del Green-Shoe de la OPV de junio de 1998 no ejercitado por las entidades coordinadoras globales de la operación.
En este periodo se realizaron en España en torno a 70 operaciones de venta de participaciones públicas. En términos monetarios, el Estado ingresó más de 13.200 millones de euros hasta 1996.
El objetivo principal de estas privatizaciones era racionalizar y reestructurar el sector público empresarial, así como restablecer la competitividad de sus empresas. Los encargados de realizar estas operaciones fueron los tres grupos públicos empresariales existentes en España: INI, INH y Patrimonio.
Con anterioridad a 1985 el INI había acometido la venta de hasta 17 empresas, como General Eléctrica de España (año 1962), Marconi Española (1969), Sevillana de Electricidad (1971), Boetticher y Navarro (1973) o Petróleos de Navarra (1976).
Fue en la década de los 80 cuando se abordaron las operaciones de venta en el marco de una política industrial y con objetivos más concretos. Estas privatizaciones fueron de dos tipos:
En el primer caso, la mayoría de las privatizaciones fueron de pequeñas o medianas empresas que no tenían dimensión suficiente para competir en el mercado, siendo el INI el que realizó la mayor parte de las ventas. La primera empresa privatizada por el INI, en 1985 (aunque la operación se aprobó en 1984), fue Textil Tarazona.
En este grupo de privatizadas también figuran empresas de renombre en la industria española y de mayor tamaño, como las de automoción, SEAT y ENASA. También destacan TRASATLANTICA (transporte marítimo); Marsans y ENTURSA (turismo); SECOINSA y TELESINCRO (electrónica); La Maquinista Terrestre y Marítima, ATEINSA y Fábrica San Carlos (bienes de equipo); G. E. Álvarez y ARTESPAÑA (artesanía), y La Luz, OESA y otras pequeñas empresas de alimentación, además de empresas de menor entidad pertenecientes a estos y otros sectores productivos.
Las privatizaciones parciales o de tipo financiero sirvieron para sufragar las pérdidas de otras compañías y autofinanciar el crecimiento de las propias empresas en parte privatizadas, así como reducir el déficit público y cumplir los criterios de convergencia europea. Estas privatizaciones de sociedades rentables y consolidadas se sucedieron 'caso por caso', recortando el perímetro del sector público empresarial, pero conservando una presencia estatal en las empresas cotizadas, que podría ser minoritaria pero suficiente para su control.
Hasta 1996 se completaron 16 Ofertas Públicas de Venta de acciones (OPVs), que produjeron unos ingresos de más de 10.200 millones de euros (1,7 billones de pesetas) y que permitió la salida al mercado bursátil de empresas, encuadradas en el segundo grupo, como ENDESA, REPSOL, ARGENTARIA, TELEFÓNICA y ENCE.
Empresas privatizadas por INI y TENEO mediante venta no bursátil
A partir del 28 de junio de 1996, tras la aprobación del llamado Programa de Modernización del Sector Público Empresarial, las privatizaciones fueron programadas con un carácter de globalidad y totalidad, a excepción de determinados sectores, como la minería del carbón, los ferrocarriles, la comunicación y algunas empresas de servicios públicos.
En ese periodo, salen totalmente del ámbito público unas 50 empresas, entre las que se encuentran las principales compañías de sectores de gran importancia en la economía española, como electricidad, gas, petróleo, transporte aéreo, marítimo y por carretera, telecomunicaciones, aeronáutica, siderurgia, etc. También se vendieron 15 fincas de la empresa Expasa y participaciones minoritarias de otras sociedades.
La mayor parte de estas privatizaciones las realiza SEPI, a las que hay que añadir las ejecutadas, hasta su integración en esta Sociedad Estatal, por SEPPa y por la Agencia Industrial del Estado.
Los ingresos generados por las privatizaciones realizadas durante el citado periodo suman casi 30.000 millones de euros, de los que más de 22.000 millones corresponden a las operaciones de venta concretadas a través de OPV. Estos ingresos se aplicaron fundamentalmente a cubrir las necesidades operativas de las empresas del Grupo y a cancelar la mayor parte de la deuda histórica del INI.
Para la venta de estas empresas se aplicaron distintos métodos de privatización: ventas industriales, OPVs, ventas mixtas (Venta industria + OPV) y subastas.
En todas las empresas se privatizó la totalidad del capital público, excepto en los casos de green shoe no ejecutado en las OPVs, por obligaciones contractuales (CASA) o por imperativo legal (Red Eléctrica).
La privatización de Turbo 2000, completada en 2004, y la de Weser Engineering (filial de Izar), en 2006, han puesto fin a este periodo de 8 años en el desarrollo del plan de privatizaciones, cuya última gran operación de venta fue la del Grupo ENA (Empresa Nacional de Autopistas), en el año 2003.
Tras ese periodo, son pocas las empresas de SEPI que por su actividad pudieran ser objeto de venta, ya que la mayoría de ellas son sociedad con objetivos de interés públicos o de carácter instrumental, y algunas otras sometidas a planes de reconversión. Por ello, las privatizaciones han dejado de ser objetivo prioritario.
En este tiempo, SEPI ha concretado la venta de algunas pequeñas empresas, de las participaciones en Aldeasa, Altadis y Endesa, correspondientes a los green shoe de anteriores OPVs, y del 8,5% de Red Eléctrica, así como de activos de IZAR en Liquidación. Los ingresos obtenidos por estas ventas han alcanzado los 2.000 millones de euros.
En 2013 SEPI culminó el proceso de venta de las acciones representativas del 100% del capital social de ENUSEGUR, S.A. y de ETSA DOI, S.R.L., filiales del Grupo ENUSA, a MAXAMCORP HOLDING, S.L.
En Julio de 2014 SEPI concluyó el proceso de privatización de Remolcadores del Noroeste (RENOSA), filial 100% de NAVANTIA, con la firma de la escritura de elevación a público del contrato privado de compraventa de las acciones representativas del 100% del capital social de RENOSA al consorcio formado por las empresas Remolcadores Ferrolanos, S.A. (Refesa), Sertosa Norte S.L. y Remolcadores Marracoi S.L.
Privatizaciones realizadas por SEPI, SEPPA y AIE