Bayón, Solchaga, Aranzadi y Platero abordan la historia de la empresa pública en los últimos 40 años
26 DE Noviembre DE 2018 | Madrid
De izquierda a derecha, Claudio Aranzadi, Ignacio Bayón, Rosa Mª Mateo, Carlos Solchaga y Pilar Platero.
- Los últimos 40 años de la empresa pública española vistos por algunos de sus protagonistas
El sector público empresarial ha sufrido un gran número de transformaciones a lo largo de los 40 años de democracia. Ha pasado de estar bajo el paraguas del INI a SEPI, un organismo que actualmente acoge a más de 74.000 trabajadores. Su trayectoria, desde 1978, ha sido un camino complicado, marcado principalmente por la reconversión industrial y las privatizaciones. Para hacer una fotografía de esta etapa, Ignacio Bayón, Carlos Solchaga, Claudio Aranzadi y Pilar Platero se sumergen en la historia señalando a su vez la senda por donde debe transitar la empresa pública española.
“La estructura industrial del país estaba en riesgo”
Ignacio Bayón, ministro de Industria y Energía entre 1980 y 1982
Bayón ha comenzado su intervención destacando el favorable marco constitucional en el que el INI y la SEPI han desarrollado su actividad en los últimos 40 años. Recuerda sus años al frente del Ministerio de Industria, un periodo marcado por la crisis industrial y la “necesaria reconversión” de los sectores, así como por el problema del Plan Energético Nacional como consecuencia de la segunda crisis del petróleo. Dos temas en los que el INI estaba presente de una manera u otra.
“Cuando te toca una crisis en la que tienes el riesgo de que se te caiga abajo la estructura industrial de un país, no tienes más remedio que hacer frente a ese montaje y crear unos sistemas de reconversión que permitieran recrear posiciones de mercado y apoyar a las empresas”.
Además, Bayón ha afirmado que el INI, “aparte de su calidad como organización pública y financiera”, tenía debajo un gran número de empresas “importantísimas”, con las que, según su criterio, se pudo comprobar que no hay empresas públicas o privadas sino bien o mal gestionadas. “El INI fue una cantera formidable de equipos de gestión para el sector público, para el privado y para la política”.
El exministro también ha destacado que el Instituto Nacional de Industria fue una pieza importante en el cumplimiento de los códigos éticos de conducta empresarial: “No se recuerdan en el INI y posteriormente en la SEPI unas vulneraciones incómodas de los principios de gestión ética en el mundo empresarial”.
Por otro lado, ha apuntado que en las decisiones relativas al INI y a SEPI nunca ha habido una carga y presión política. “En cada momento se hizo lo que pedía la situación económica”. “Todos los que estuvieron al frente del INI o del Ministerio de Industria han hecho una tarea basada en criterios de pragmatismo, no políticos, y por eso ha funcionado el sistema”.
“Cambiamos el espíritu con el que se regían las empresas públicas”
Carlos Solchaga, ministro de Industria y Energía de 1982 a 1985
El exministro ha reconocido el difícil reto que supuso llevar a cabo la reconversión de sectores, cuyos procesos se alargaron hasta los años 90. En esta década, Solchaga recuerda que la situación dio un giro positivo, también gracias a la entrada en la Comunidad Económica Europea, “que nos permitió presentar un porvenir bastante más esperanzador que el que hasta entonces habíamos conocido”. “Conseguimos cambiar en gran medida el espíritu con el que se podían regir las empresas públicas”.
Asimismo, ha señalado que, aunque la transparencia era mucho menor que ahora, la gobernanza de las empresas públicas fue “ejemplar” y ha destacado la importancia de preservar su papel, “que ha sido muy importante en la historia moderna de España y que todavía tiene cosas por hacer”.
Según su criterio, el mayor problema de la empresa pública no es tanto la presión de los políticos en cómo actuar, sino que “acaba siendo de las oligarquías que están dirigiendo las empresas y los sindicatos que mandan allí”. “Esto es un riesgo muy grave, que hace que se desvíen los objetivos de la empresa pública: no ya los de constituir un desarrollo industrial futuro o un crecimiento económico importante, sino de ni siquiera asegurar una gestión razonable en la búsqueda de beneficios y compatible con la justicia social y el bienestar general de los trabajadores afectados”.
“No hubo ni una privatización del INI sin luz verde sindical”
Claudio Aranzadi, presidente del INI de 1986 a 1988 y ministro de Industria y Energía entre 1988 y 1993
El exministro define el histórico Instituto como un “genuino legado de la dictadura a la democracia”. Durante su intervención, se ha centrado en la importancia del INI y SEPI dentro de la industria española, considerándolos como un “un enorme vivero de recursos humanos durante los últimos 40 años”.
La mayoría de las personas que han nutrido la industria española y a sus empresas más importantes, de una u otra manera, han estado presentes en el INI. De hecho, tal y como afirma Aranzadi, “muchas antiguas empresas del INI han estado en la base de proyectos empresariales de gran éxito como REPSOL o INDRA”.
Asimismo, el expresidente ha afirmado que la reconversión industrial fue uno de los puntos clave de la historia de la empresa pública de este país. Defiende que pese a que se vivieron “momentos conflictivos” durante este proceso, el papel de los sindicatos fue fundamental, sobre todo de los mayoritarios como U.G.T. y CC.OO.: “Sin ellos no habría sido posible”.
Esa reconversión tuvo como base lo que Aranzadi llama “sistema de privatizaciones pragmático”. Inicialmente su funcionamiento se encajó dentro de los procesos que marcaba el Ministerio de Industria. El sistema de privatizaciones definía que las empresas que no eran viables debían ser cerradas, pero otras que tenían oportunidad de serlo necesitaban formar parte de un grupo. En todo este proceso, el expresidente ha recalcado la colaboración “conflictiva”, pero positiva, de los sindicatos “porque no hubo ni una sola privatización del INI sin luz verde sindical”.
“Es fundamental asegurar la carga de trabajo en las empresas de SEPI”
Pilar Platero, presidenta de SEPI de 2016 a 2018
Platero fue la primera mujer en llegar a la presidencia de la ya conocida como SEPI, un hito del que se siente muy orgullosa “aunque se haya tardado 77 años desde la creación del INI”. Platero ha hecho en esta mesa redonda un reconocimiento especial a todos los que hicieron posible la Constitución “que fueron generosos y supieron crear un clima de consenso”.
La expresidenta destacó el paso de CORREOS al holding empresarial, que supuso ampliar la dimensión del organismo. “Hoy, de los más de 74.000 empleados de SEPI, el 70% pertenecen a CORREOS”.
Platero ha resaltado otras acciones importantes en los último años, como “limitar las retribuciones de los miembros de los consejos de administración”, o la compra del 20,1% de INDRA en el momento en el que Bankia estaba deshaciéndose de su cartera.
Por otra parte, la expresidenta ha afirmado que es fundamental asegurar carga de trabajo dentro de las empresas que forman SEPI, pensando fundamentalmente en NAVANTIA y en “la actividad económica que genera y que hay que seguir desarrollando”.
Finalmente, Platero ha aseverado que la innovación es uno de los principales retos de SEPI, debido al carácter de las empresas que la configuran, que “compiten en mercados internacionales y realizan productos de alta tecnología”. Por esta razón, durante su mandato, se creó la Dirección de Innovación y Transformación Digital con unos premios asociados en los que se valora el trabajo de aquellas empresas dentro de SEPI con las mejores ideas a nivel tecnológico y digital. “Los trabajadores del Grupo son los que mejor conocen a sus empresas y muchas veces aportan ideas para mejorar la gestión”.
Texto: Beatriz Lapuente y Natalia Pérez