El Ayuntamiento de Zaragoza, Mercasa y Mercazaragoza crearán una red de Mercados Municipales en la capital aragonesa
11 DE Diciembre DE 2009 |
- El primero en implantarse se situará en Valdespartera y se estudiarán otros emplazamientos en los nuevos desarrollos urbanos, como Parque Venecia y Arcosur y en los ensanches de los barrios
- Los nuevos equipamientos incluirán además del comercio minorista, supermercados, restauración, aparcamientos y otros servicios que demanda el cliente además de horarios amplios
El Ayuntamiento de Zaragoza, Mercasa y Mercazaragoza han firmado un acuerdo para impulsar la creación de una red de Mercados Municipales en la capital aragonesa. La primera de estas actuaciones tendrá lugar en el barrio de Valdespartera, que será paradigma de otras acciones similares en las zonas de nuevo desarrollo de la ciudad, como Parque Venecia, Arcosur, o en los ensanches de los barrios de La Jota, Valdefierro y Actur.
Según el acuerdo suscrito hoy entre las tres partes, se desarrollarán estudios para precisar la ubicación concreta de los nuevos mercados y sus posibilidades de rentabilidad económica.
Entre los acuerdos alcanzados, se señala además que el Ayuntamiento de Zaragoza pondrá a disposición de Mercasa las parcelas adecuadas para acometer los nuevos proyectos comerciales. Acto seguido, la entidad nacional de mercados se encargará de la redacción de los proyectos constructivos, de la ejecución de los trabajos. Finalmente, Mercazaragoza será la entidad que se responsabilice de la administración, gestión y control de los nuevos mercados.
Características
Los nuevos mercados municipales que se quieren impulsar se conciben como Centros Comerciales Abiertos en los que se apoya la actividad del pequeño comercio, ya que fomentan la vida comercial y social de los nuevos núcleos residenciales de Zaragoza, dando así satisfacción a las demandas de los nuevos residentes.
De esta manera y según los conceptos de los mercados municipales de nueva gama, el nuevo Mercado Municipal de Valdespartera, que será el primero que se construirá, tendrá 20 puestos de perecederos, además de superficie suficiente para una galería comercial o mediana superficie o supermercado. Asimismo, contará con espacios reservados para la restauración y dotación suficiente para aparcamientos y zonas de carga y descarga, que se ubicarán, preferentemente en la planta calle, pero también será posible hacerlo en los sótanos.
Otro de los factores novedosos de este equipamiento es la voluntad de que las nuevas instalaciones respondan a una arquitectura bioclimática, que los haga autosuficientes en materia energética, de manera que sea más sostenible su mantenimiento. La combinación de las nuevas tendencias arquitectónicas permitirá tener un edificio comercial de nueva generación, aunque fiel a las señas de identidad que el consumidor aprecia y que le generan confianza.
De hecho, el proyecto de la nueva red de mercados municipales se articula en torno a cinco características fundamentales que deben cumplir las nuevas instalaciones:
- deberán tener espacio suficiente, adecuado y accesible para detallistas y clientes
- dimensionar la oferta en función del público objetivo
- orientación al cliente: horarios
- gestión profesionalizada
- prestación de servicios complementarios
En la elección de Valdespartera,como primer emplazamiento, ha pesado el hecho de que se trata de un barrio de nueva creación. Es un área de expansión de la ciudad en la que no existen otras fórmulas comerciales que puedan hipotecar el desarrollo de esta iniciativa comercial.
La decisión de crear en Zaragoza una nueva red de Mercados Municipales se ha adoptado tras tres años de encomienda del Ayuntamiento de Zaragoza a Mercazaragoza para la remodelación y gestión de los dos Mercados Municipales existentes, el Mercado de Lanuza o Central, y el de San Vicente de Paúl.
Esta decisión forma parte de un movimiento similar en España, donde se asiste al resurgir del formato Mercado Municipal como equipamiento comercial y las razones emanan desde diferentes ámbitos.
Humanizar entornos
Los Mercados favorecen la integración social, la convivencia, el fortalecimiento de las relaciones sociales cotidianas y su armonización con los ritmos propios del barrio. Humanizan entornos, los hacen más sociables y compactos, enriquecen culturalmente y favorecen la pluralidad de posibilidades de elección de compra, y por lo tanto, la calidad de vida.
Tal vez podríamos hablar de una vuelta de otro tipo de actitudes de consumo, algunas muy relacionadas con el movimiento 'Slow life' o ralentización de los ritmos de vida. La personalidad de los mercados evita la homogeneización de las ciudades y permite un ritmo más desacelerado. El concepto mercado tradicional sintoniza fácilmente con un concepto de ciudad humana y activa al mismo tiempo.
Los Mercados tradicionales dan salida a la producción local y forman parte de un modelo de distribución sostenible que reparte la riqueza con mayor equidad en la cadena. Generan riqueza , autoempleo y empleo de largo recorrido.
Según datos de Mercasa, en España funcionan actualmente unos 1.000 mercados municipales con una amplia oferta comercial, y cuotas de mercado que llegan al 40% del consumo total de alimentos frescos.
Un millar de mercados que integran cerca de 80.000 puestos de venta, con unos 280.000 puestos de trabajo directos y 3.000 indirectos. El valor de los productos comercializados actualmente podría estimarse en los 5.000 millones de euros, correspondientes a 1.825.000 toneladas de frutas y hortalizas, 225.000 toneladas de pescado y 417.000 toneladas de carnes y derivados.
Según datos del Observatorio de Precios del Comercio Minorista: los Mercados tienen los precios comparativamente más reducidos en frutas, hortalizas y carne.
Según datos de otro Observatorio, en este caso el de Consumo y la Distribución Alimentaria: el Índice de Calidad del Servicio de los mercados de abastos en España alcanzara una calificación de 76,8 sobre 100 puntos, muy satisfactorio para los clientes.
Los valores asociados tradicionalmente al comercio son la profesionalidad, cercanía, calidad, precio, experiencia, y la información gastronómica ( el detallista como prescriptor para una alimentación saludable como elemento diferencial frente a la frialdad del lineal), que se mantendrían en las nuevas instalaciones.